Sentada en la alfombra de felpa escuchando a Wolfgang Amadeus Mozart, piano concerto n°21 (como si sus notas me trajeran recuerdos) junto a mi copa de vino rosse y un par de galletas con chips de chocolate (que me salieron casi quemadas) sin otra cosa que pensar... en las buenas personas que conocí y otras que aún siendo buenas llegaron a equivocarse y fueron sentenciadas al olvido.
Dentro de ellas estás tú, siento miedo de perderte pero también temo convertirte en un infinito, mi falta de autoestima me hace creer que eres mi "media naranja", a donde voy te encuentro y cuando me pierdo te veo, es tan extraño todo esto. Pese al tiempo y los cambios de contexto me doy cuenta que nunca desaparecerás, antes de escribir prometí no mencionarte, hasta ahora lo he cumplido, intento concentrarme en otras fuentes sin embargo pienso cada instante en el qué hubiera sido si... entonces es cuando me detengo y caigo en la cuenta de que es imposible retomar una ilusión, es así como se llama? no lo sé pero fuego no hubo por ende tampoco cenizas, existió más que eso, algo indescriptible, tan inexorable que ahora se me es difícil de creer.
Me vuelvo a preguntar qué hubiera sido si...
Nos pusimos en suspenso y nos manejamos en el recuerdo, la próxima cita está por venir pero no será planeado ya que las coincidencias existen verdad? confío que todo saldrá bien, ni mi corazón ni el tuyo confundirán su función, soy fuerte de sentimiento, la claridad es una de mis ventajas asi que es mejor que te prepares porque si fallas estropearás el espectáculo.
Te veo, ya sabes dónde, confiaré en tu buena intuición