Nerviosa no estaba, quizás algo ansiosa ya que después de tiempo me reencontraría con ... de repente apareció, su imagen estaba intacta, el último recuerdo que tenía se vio reflejado en ese instante, fue como si el tiempo no hubiera pasado.
-Vero?- al parecer ante sus ojos había cambiado
- Hola!
- Hola..- silencio incómodo, debía de decir algo
- Cómo haz estado?
- Bien todo bien, tú?- se empezó con las típicas preguntas de cómo está tu perro, si sigues viviendo en la misma casa, ya tienes novio, con quién andas..bla bla bla. Después de todo eso al fin nos sinceramos y comenzamo con los: "te acuerdas cuando..."
- Estábamos en el cine de larco y la película se malogro..
-entre risas- Cómo olvidarlo! nos salimos para reclamar y cuando regresamos ya habia terminado, nunca supimos en qué acabo
- Felizmente yo la había visto antes- sonrisa cachosa de oreja a oreja
-Jaja claaaaro.
Al rato llegamos a una heladería de la zona (fue preciso para entrar en contacto) "de casualidad" chocamos nuestras manos en el momento que se nos caía el helado. Fue por supuesto engorroso pero se supo superar con un par de risas sin embargo ambos sentimos lo mismo, esa electricidad y presión faríngea que ante cualquier otra persona sería visto como un posible indicio de enamoramiento o "imbecilamiento" (según el tipo de ideología) pero siendo honesta mas bien identifico esas emociones como fruto de la nostalgia del recuerdo. Si me quiero complicar la existencia diría que aún quedan residuos de un noviazgo que el tiempo nos está devolviendo pero prefiero ser práctica y no pensar eso.
La soledad seguirá siendo mi buena compañera por el momento no quiero ingresar en el mundo de la entrega absoluta, confianza, ausencia de manipulación y de control, y otra seria de actitudes que no van de acuerdo a mi madurez, soy feliz con disfrutar de esas sensaciones inocentes que no van más allá de un instante.
