domingo, 3 de julio de 2011

Vero cuenta...EN LA JUNGLA

Un día por la jungla fui un animal fue lo que vi, un gran tigrillo rugía sin cesar. Una aventura yo viví, un leopardo apareció ante mí y la razón dejó de existir. Hubo voluntad así que pasé a lo inmoral, quizás. Remordimiento existe, pero no sé qué pesa más: el deseo de que vuelva a pasar o las limitacion que hay.
Es como subir a un carrusel, te encanta dar vueltas y sentir esa adrenalina aunque al final no hagas otra cosa que vomitar y pasarla mal. Me gustó lo acepto, pero también acepto que no estuvo bien, pude evitarlo y no lo hize.

El tigrillo fue salvaje, actuó por instinto, no pensó en las consecuencias, solo vivió el momento. Ahora quiere más , más y más. El dios Dionisios lo vuelve loco, lo embriaga de deseo !Espera! ya es momento de madurar, detrás de todos estos sentimientos hay alguien que puede terminar peor, no soy yo, no es leopardo, es él. La persona que confió, confía en mí, que me hizo prometer hacer las cosas bien.
Sin embargo tigrillo anhelo volver a ser, salir a la aventura, saltar de liana en liana, realizar otro crimen perfecto y disfrutar el momento.