domingo, 3 de julio de 2011

Bichos y rarezas: RICARDO


Era la hora del té, la iguana tomaba su café, miraba el horizonte, descanzaba en su amaca. Ella muy contenta y tranquila estaba, hasta que llegó el oso peresozo que de un empujón al agua la lanzó, tomándose su café a la hora del té. Muy triste y mojada la iguana quedó pero lo que es suyo jamás dejó asi que regresó y de la cola al oso peresozo arrastró más un par de cocachos que le dio.
Él aprendió a no volver a coger el café pero siguió fastidiando a la iguana a la hora del té.


Recreación de la canción "la iguana y el oso peresozo"