martes, 4 de octubre de 2011

Broche de caca

Empezar la mañana viendo el sol salir es fabuloso desde el punto paisajista (omitiendo la bulla, la contaminación y una voz estridente que dice: DESPIÉRTATE!) estirar los bracitos de lado a lado, una ducha caliente, ropa suelta y suave. Tomar un rico desayuno, prender el celular y toda la armonía terminó.

Discurtir por mensaje de texto no es lo ideal pero ante ninguna otra posibilidad de medio de comunicación que más da! Lo peor es cuando se intenta solucionar el dilema y no hay forma alguna. Una clase no aprendida por estar tecleando  y revisando a cada rato si llega otro mensaje. 

Te sientes culpable porque el dueño del otro celular te informa que acaba de agredir al cobrador (furia contenida) sangre, suciedad, heridas, policías, gente chismosa y dolor. Tú, como es claro, sales en busca de un teléfono público para saber el estado y contexto de esa persona. Suena... suena.. suena... (recuerdas que llevaste dinero exacto para tu pasaje, pero no importa con tal de saber cómo estaba).. y al fin contesta, dices hola como estas y te responde: QUIÉN ERES?... tanto puede cambiar la voz de uno para que no te reconozcan y sin importar más te dicen que luego te llaman. Tiras el teléfono, la señora de la tienda te grita, sales con cólera, caminas rápido, pasas por debajo de un panel de "Winter el delfín" y para finalizar la escena te cae caca de pájaro en la cabeza, pero sin pájaro porque el desgraciado ya se había ido. Lindo final para un "lindo" día, y tan solo este es el comienzo.