Estaba tranquila, descansando en mi cama y se me ocurrió llamarlo, buscaba un poco de inspiración para terminar una novela.
-Hooola- saludé muy feliz
-Hola- su voz era tan deprimente
-Estás bien?
-Sí..sí, solo que me acabo de levantar
-Por qué te quedaste dormido?
-Será que estaba cansado, a parte me tomé unas pastillas para dormir
-Oye! no lo hagas te volverás adicto..
Así estuvimos hablando un rato hasta que le pregunté si podía utilizar lo que vivimos cuando éramos novios como base de mi historia
-De cuando acá me pides permiso? Siempre escribes de mi y no me dices nada
-Es verdad, pero ahora tocaré temas más privados y si por A o B lo lees no me gustaría incomodarte
-Lo dices como si te importara lo que piense, tu solo escribes y ya! no?
-Me importa por eso te pregunto! pero sabes qué! olvídalo.
A decir verdad, tiene razón, solo escribo y ya! por eso he tenido problemas y los seguiré teniendo, es excitante.